viernes, 3 de abril de 2015

Semana de Extremadura en la Escuela

Dentro de las actividades programadas por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos de nuestro Cole, con motivo de la celebración de la Semana de Extremadura, destacaron la visita de un alfarero de Salvatierra de los Barros y el acto final en el pabellón, con bailes de nuestra tierra. Estas son algunas fotografías de dichas actividades:











 





Relatos cortos encadenados (VI)

-¿Te has hecho daño? -le pregunté yo preocupado. 
Es lo que se suele decir cuando ves a un amigo llorando o quejándose. Pero yo pienso: ¿Cómo sería un mundo sin amigos?
La verdad es que los amigos lo son todo. 
Ángel Camacho Rivero
El otro día vi una película en la que los padres de un niño habían muerto cuando él tenía 3 años. Once años después, también murió en un terrible incendio su hermano. Pero tenía unos amigos increíbles que lo ayudaron a seguir adelante. 
Con esto quiero decir que en todos lados hay amigos y amigos. Juanma y Jesús son los mejores que yo tengo. Juanma es divertido, gracioso y, aunque algunas veces se enfade, es muy buen amigo. Jesús es celoso y siempre quiere agradar a las personas.
No, no puedo imaginar un mundo sin amigos.

Frase de inicio para el siguiente relato:
 El otro día vi una película.


sábado, 21 de febrero de 2015

viernes, 20 de febrero de 2015

Relatos cortos encadenados (V)

Tropezó y se le cayó la peluca. Todos nos quedamos mirando.
Sandra Gómez Granados
-¡Qué disfraz más chulo! -dijo David.
Era Carnaval y estábamos jugando a "quién es quién". Jesús tropezó y se le cayó una peluca verde y rizada. Iba vestido de payaso.
-¿Te has hecho daño? -le pregunté yo preocupada.
-No, tranquila -contestó con los ojos llorosos- Bueno, me he torcido el pie.
El profe me dijo que lo acompañara a curarse. Tenía un esguince de tobillo y no podría bailar en la fiesta de Carnaval del Cole.
-¡Pobrecito, tendrá que vernos desde la grada! ¡Jua, jua! -comentó Álex en tono burlón.
-¡No, no lo hará! Yo estaré con él -exclamé yo.
En ese momento la Jefa de Estudios entró en el aula y preguntó:
- ¿Hay voluntarios para presentadores?
Y nos miró a nosotros, a Jesús y a mí. Yo no estaba segura, pero Jesús levantó la mano y gritó que sí, nosotros. Llegó la hora del baile de Carnaval. En el pabellón había más gente que en la coronación del rey. La madre de Jesús y la mía nos miraban y decían: ¡Ánimo!.
Entonces Jesús me cogió de la mano y comenzó a presentar. Fue en ese instante cuando me di cuenta de que era mi mejor amigo.




Frase de inicio para el siguiente relato:
 -¿Te has hecho daño? -le pregunté yo preocupada.

domingo, 15 de febrero de 2015

Relatos cortos encadenados (IV)

Las puertas se fueron abriendo una a una y yo estaba temblando dentro del armario. Oí cómo se abría la puerta de mi dormitorio. No podía aguantar más la respiración allí dentro y tuve que salir... Me encontré una anciana vestida de negro, como de luto, que no paraba de mirarme diciendo: "Pagarás por lo que hiciste".
En ese momento eché a correr por toda la casa, pero recordé que mi hermana también se encontraba dentro. Subí a su cuarto y miré allí, pero no estaba. Solo había unas telas negras y pinturas tiradas por el suelo. Tuve que salir otra vez corriendo porque la misteriosa anciana me volvía a perseguir. Bajé al salón y me escondí tras las cortinas. Todo esto tras una agotadora carrera por mi habitación, la de mi hermana, la de mis padres, el cuarto de baño, la cocina y el salón. La anciana tropezó y se le cayó la peluca. ¡Era mi hermana metiéndome miedo para que le devolviese el móvil!



Frase de inicio para el siguiente relato:
Tropezó y se le cayó la peluca.

jueves, 12 de febrero de 2015

Relatos cortos encadenados (III)

-¡Hora de levantarse! -dijo mi madre. 
Me había echado una siesta de cuatro horas y ya eran las nueve de la noche.
-¡Vamos, Marcos! ¡A la bañera!
-¡Sí, mamá! ¡Enseguida voy! -respondí yo.
Me dirigí al cuarto de baño y, cuando ya estaba metido en la bañera, pensé que ese era el momento perfecto para que entrase un ladrón en casa. De repente, se oyó cómo se rompía un cristal y, casi al mismo tiempo, escuché a mi madre gritar.
-¡Aaaaah!
Yo estaba asustadísimo. Unos pasos atronadores sonaron subiendo las escaleras. Con el corazón a cien por hora y completamente aterrorizado, escuché cómo las puertas se fueron abriendo una a una. Pensé que alguien iba buscando en las habitaciones. La puerta del baño comenzó a abrirse lentamente y...
-¡Aaaaaaaah! -grité yo.
¡Era mi madre!
-Hijo, se me ha caído un vaso en la cocina, me he asustado y he gritado. Y ahora estaba pasando la mopa; por eso, estaba yendo de habitación en habitación.



Frase de inicio para el siguiente relato:

Las puertas se fueron abriendo una a una.